Todo cuanto encontréis aquí escrito - salvo lo especificado - son retazos de mi caótica mente, fragmentos de vidas pasadas, de mi presente, o del presente de algún alma errante imaginado.
Así mismo, las imágenes que son publicadas junto a los textos, también son de mi cosecha, excepto algunas al comienzo del blog. Suelo dejar una pequeña referencia debajo de las mismas.
Por favor, no toméis nada prestado sin avisar. Gracias. Puedes contactar conmigo a través del correo electrónico: nodisparenalapianista@gmail.com
Un saludo, y ¡gracias por vuestra visita y comentarios!
La vida parece mucho más sencilla cuando se pasea por un parque en una cálida tarde del mes de marzo: los niños juegan, corren, se persiguen, gritan... hay parejas que se besan, se abrazan en ese amor loco y adolescente (ya se sabe, la primavera la sangre altera). Chicos con bicicletas y monopatines se exhiben haciendo gala de su habilidad sobre la pista, parejas de ancianos caminan cogidos de la mano...
Sonrío, me contagio de tranquilidad y dejo que mis pies me guíen entre todas aquellas vidas que han decidido desconectar por unas horas del trabajo. Mientras, el sol anaranjado declina tras el horizonte.
("El gato también lo sabe. Relax" - Fotografía realizada por Leyre L.G)
("Paseo soleado" - Fotografía realizada por Leyre L.G)
("¿Me miras?" - Fotografía realizada por Leyre L.G)
("Caminos al sol" - Fotografía realizada por Leyre L.G)
("Sobre el puente de madera" - Fotografía realizada por Leyre L.G)
- ... Huelo a coco... - le guiña un ojo. - Coco... ¿me enseñas la diferencia entre arriba y abajo? - juega Mario. - Arriba es donde están mis labios... y abajo donde está mi ombligo... - Sí, sí... tu ombligo... seguro que ni tienes... - Esos son los angelitos... y yo... soy muy mala.
Ha vuelto a abrir sus alas, vuelve a estar cerca de las nubes; aún con los pies en tierra, pero más cerca del cielo de lo que ha estado en años. Las ganas de volar laten con fuerza, sin embargo el miedo se apodera y se atrinchera en sus costillas con más intensidad que nunca, impidiéndole coger impulso y saltar.
- ¿Hoy también estás happy? - Pues me he levantado normal, y eso ya es raro... - ¿Por? - Porque tengo siempre un mal humor por las mañanas... - Yo que me levanto generalmente contenta... - Tendré que despertarme un día contigo a ver si me lo pegas.
- No te atreves... - lo reta Lucía en apenas un susurro. - ¿Qué no? - contesta Dave.
Le retira con cuidado un mechón de pelo hacia atrás, mientras la otra mano se enreda en su cintura, atrayéndola hacia sí. Se miran en silencio, sonriendo, intentando atrapar los segundos que se aceleran y detienen al mismo tiempo.
- Creo que... no sabes con quien estás hablando... señorita...
Le besa. Se besan. Sus labios se rozan suavemente, primero despacio, contagiándose de aquel sabor dulce y añorado. Las manos de Lucía se pierden en su cuello, en su barba, en sus caricias, en su pecho... Cierran los ojos, todo a su alrededor desaparece: el frío, la escarcha, el miedo, la distancia.
Se muerden, juegan, se pierden, se encuentran, se persiguen, huyen, regresando siempre al epicentro de sus escalofríos, de sus terremotos, de sus latidos arrítmicos, de sus ganas...
("Vista de catedral, con luz retocada" - Fotografía realizada
por Leyre L.G)
- Voy a sacar la cámara, que estas vistas merecen la pena... - ¡Sácame una foto, sácame una foto! - grité dando pequeños saltitos a su alrededor. - ¿Tú eres un edificio? - me preguntó con cierta burla. - No, un monumento...
Aguardé en silencio, no podía creer lo que estaba sucediendo. No, mentira. En realidad lo intuía desde hace tiempo, pero que te restrieguen la realidad por la cara no siempre gusta. Increíble. Tenía ganas de reírme a carcajadas como un demente desquiciado. Quizá hubiese perdido un poco mi norte. Era una mezcla de sentimientos contradictorios: por una parte me sentía aliviado, incluso satisfecho, pero también estaba la rabia, y la incredulidad, y esas ganas delirantes de sonreír, silbar e incluso saltar, aunque seguramente de haber tenido una ventana cerca me hubiese tirado por ella sin dudarlo.
Así que era verdad, aquel tipejo de pocas luces iba saltando de puesto en puesto, sin dejar a penas intervalos entre la mierda removida, sólo por llamar la atención del jefe superior de empresa y llegar al cargo más alto, mientras los demás nos pudrimos en nuestros míseros puestos, sintiendo cerca la presión de acabar en la calle en cualquier momento. Hilos que se tejen con zalamerías y palabras baratas. "Así funciona el país" solía repetir mi padre una y otra vez, que en paz descanse.
Reír por no llorar. ¿Y luego qué? No soy violento, pero me hubiese gustado gritarle que las cosas se ganan con esfuerzo, y no besando culos a diestro y siniestro, que aunque no lo parezca, nos importa nuestro trabajo, e intentar construir una base sólida no es algo que se haga de la noche a la mañana.
Siguiendo con la tradición, este blog cumple hoy tres años.
¡Cómo pasa el tiempo!
Cuando empecé era algo así como un pequeño rincón donde dejarme caer de vez en cuando para plasmar mis escritos, poemas, música... Lo sigue siendo, por supuesto, sin embargo, los propios personajes que he ido creando, las historias, los relatos, las vidas ajenas, mi propia vida, han ido creciendo, madurando, casi sin darme cuenta, y me han atrapado por completo.
Por supuesto, el haber llegado hasta aquí, no hubieses sido posible sin vosotros, mis comentaristas críticos favoritos; conseguís arrancarme sonrisas en los días más grises, reflexiones, puntos de vista diferentes, ideas... y también me atrapáis con vuestras historias, fotografías, inquietudes, pensamientos...
Me siento afortunada por haber encontrado a personas increíbles, y por seguir descubriéndolas día a día.
¡Muchas gracias a todos!
(Y feliz día Internacional de la Mujer, que en sí son todos los días del año)
Me gustaría compartir con vosotros un video que hice el otro día con la técnica del Stop Motion.
¿De qué se trata esta técnica?
Consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes sucesivas. Seguro que conocéis algún video en el que salen muñecos hechos con plastilina que se van moviendo como si tuviesesn vida propia...
En mi caso, el video dura apenas 8 segundos, y en vez de realizarlo con objetos, lo voy dibujando sobre un papel. A pesar de su brevedad, tuve que realizar bastantes fotografías y controlar que el plano fuese el mismo en todas las tomas, para que se vea la sucesión de imágenes lo más fluida posible.
Lo entenderéis mejor si lo veis directamente. ¡Espero que os guste!